lunes, 24 de agosto de 2009

Hoy recordé mi contraseña y mi correo...

Y así pude acceder a mi blog.
Hace tiempo que no me metía aquí, y que simplemente no lo veía, me traía recuerdos duros de tiempos suaves y dulces.
Cosas que no quería recordar y momentos que no quería traer a mi vida nuevamente. Pero hoy he recordado mi contraseña y mi correo, creo que eso significa que mi cabeza está preparándose para recordar todo lo demás.

Es curioso como tenemos que tomar vías que muchas veces no pensamos o que no deseamos incluso. Pero es bueno ver que tiene sus frutos al final. Hacer lo correcto lo vale.

Poco a poco iré descubriendo más en mi caminar...

Caída en picada

Hoy el silencio se ha quedado atrás.

Realmente me ha llevado mucho procesar muchas cosas y darme cuenta de la naturaleza humana tan frágil y tan corrompible. Sin embargo, eso no me hace perder la fe en Dios y en el hombre.

Estoy sumamente triste al confirmar lo que se y que para nada me agrada. Es el colmo cuando tu mismo padre desconfía de tí y considera que eres una amenaza.

Triste es ver como la mente de una persona puede trastornarse poco a poco. Es un suplicio interno ver como esa pequeña ostra se va cerrando cada vez más, de una manera más fuerte y total hasta quedar aislado.

Primero es curioso y comprensible ver como se cierra ante la gente que lo maltrato en su pasado.

Luego es entendible que se cierre ante su esposa por que no tiene los tratos que quiere.

Preocupante cuando cree que sus hijos lo atacan y están contra él.

Alarmante cuando cree que la psicología en general es una mamada y todos estafan y mienten.

Crítico cuando incluso lo que pueda decir la misma religión se ignora cuando no nos agrada.

Enfermo cuando sólo uno se entiende así mismo y todos lo atacan.

De verdad estoy preocupado por su salud, pero su mundo ya no oye nada que no sea lo que le confirma lo que siente.

Es triste ver como perdí a mi padre y adquirí a un enfermo... a un niño que cada vez retrocede más.